uncientovolando

Hace unos 4 años me desperté un día con una idea extraña y empecé a escribir en uno de los muchos cuadernos que habitan en mi casa. Como pasa algunas veces, la idea ya venía con formato, era una serie (quizás un cómic). Con título y todo.

Contaba la historia de un escritor de ciencia ficción, que en algún momento tuvo cierto éxito, que había terminado presentando un programa de misterio. Una noche, al salir de la grabación de su programa, era interceptado por una organización secreta. Una de las locas teorías de su programa resulta ser cierta y “pide”su ayuda, y la de su equipo para resolver casos y tapar la verdad con teorías aun locas.

La serie se desarrollaría como un procedimental en el que se resolverían casos de ciencia extraña, avanzando poco a poco hasta lo que realmente mola: los viajes en el tiempo.

Solo llegué a escribir el arranque de la serie y el tratamiento del capítulo final donde se daba el viaje. Poco después oí hablar del proyecto de El Ministerio del Tiempo y abandoné la idea, al menos hasta encontrar una forma de diferenciarlo más y darle su propia personalidad. Pero no nos engañemos, los continentes se mueven a mayor velocidad que mis proyectos personales.

A lo que voy es que no es difícil que se lleguen a historias parecidas. Todos partimos de referencias similares. En mi coctelera estaba también Dr. Who, y Expediente X, Life on Mars (después de verla con más detenimiento me di cuenta que toda la ambientación del salto en el tiempo era clavada a un capítulo), Regreso al futuro…

Podéis sospechar que voy a hablar de TIMELESS. Pero ahí ya no hablamos solo de coincidencias.

Con 3 episodios emitidos, vistos intentando evitar prejuicios, los paralelismos son claros. Patrulla de 3 miembros, dos hombres y una mujer, donde ella es el cerebro y la líder y uno de ellos tiene un trauma por la muerte de su mujer. En este caso los personajes masculinos se intercambian cualidades. El soldado y músculo de grupo es el que tiene el trauma y la voz del espectador tiene el matiz de ser afroamericano. A parte de estos, una organización secreta que intenta mantener la historia (con poco éxito en este caso) y personajes moralmente grises cuyas auténticas intenciones y fidelidades desconocemos.

También está el tono. Un humor cotidiano con referencias a la cultura popular. Como en el diálogo en el que Wyatt dice ser Buck Rogers, o cuando Rufus adopta el nombre de Denzel Washington. En esencia ambos son el mismo chiste y ambos parten de Regreso al Futuro, que parece ser la mayor fuente de inspiración pop de la serie con referencias en los 3 primeros episodios. Pero el uso de esa referencia en El Ministerio del Tiempo, conseguía un momento mágico al unir al personaje de Rodolfo Sancho con el que hizo famoso a su padre, Curro Jiménez.

Todo esto se ha subrayado muchas veces, pero creo que no está de más hacerlo de nuevo. Como no lo está decir que existieron unas negociaciones (con envío de capítulos grabados y guiones avanzados) para una eventual adaptación americana de El Ministerio del Tiempo o que el nombre de Eric Kripke estaba vinculado al proyecto desde el principio. Y eso mosquea.

Dicho esto, no creo que TIMELESS sea una mala serie. Al menos en una clasificación de serie de entretenimiento. Tiene un ritmo decente (potenciado por durar 48 minutos), buenos efectos, actores efectivos e incluso algún descubrimiento en la trama que aporta cierta entidad propia a la serie y que se pueden disfrutar. Pero le falta esa magia, figurada y literalmente, que sí tiene la serie española. Es una serie más de fórmula, que funciona pero no va mucho más allá. Pero creo que, pese a todo, su existencia es una oportunidad para El Ministerio del Tiempo para crecer en su propia dirección y mantener su originalidad. Y conociendo a Javier Olivares y su equipo no se va a desaprovechar.

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